¿Última llamada?

Cada 3 años nuestro Pueblo (así con mayúsculas) abriga la esperanza de que ahora sí sea el que determine quienes serán sus representantes legales y legítimos. Y cada vez sufre la decepción. Pues se imponen siempre los deseos de la oligarquía, de los poderes fácticos de la radio y televisión, del poder real del dinero: que compra medios de comunicación, conciencias de votantes y de intermediarios electorales.

Este 5 de julio será crucial. Una amplia franja de electores activos y participantes de los procesos anteriores se ha manifestado en contra del proceso, del cómo se realiza la selección de candidatos, del monopolio y deshonestidad de los partidos en esa selección, del cómo se obtienen los resultados, de la actuación de los “ganadores” una vez en el poder, de la inutilidad del árbitro, de la manipulación e intromisión de la autoridad judicial, de la indiferencia del sistema a estas inconformidades ciudadanas.

Esta gran comunidad ciudadana ha decidido no participar: no acudiendo a votar o anulando su voto. Esto ha creado una enorme inquietud en el ambiente de la partidocracia, que teme lo que es real y ha sido desde siempre, la falta de legitimidad del proceso, aunque no la legalidad, pues los vericuetos legaloides no toman en cuentan la ausencia de la mayoría en las urnas.

El llamado a anular el voto también ha creado confusión en la población, al difundirse sin fundamento, que la anulación de votos por el electorado, anula la casilla, cosa no cierta.

Los resultados de la votación se dan en 4 rubros:

1. total de votos por candidato
2. total de votos por coalición
3. total de votos por candidato(s)no registrados y
4. total de votos Nulos.(Arts, 227,230,232)

Por tanto el sumar los votos anulados en una casilla da un resultado de votos anulados.

La anulación del voto es una forma de votar, y en el caso actual es una forma de demostrar rechazo al sistema, la abstención es otra forma de rechazo y la votación por candidatos no registrados también lo es.

La autonomía ejercida como tal es una forma más radical de demostrar ese rechazo, tal como la practican algunos pueblos indios en Chiapas, herederos del zapatismo vigente, que se rigen por su asamblea y así determinan sus representaciones y sus formas normativas de convivencia.

Sin embargo, decía en la Sugerencia a QRR anterior que, quien tenga candidato que Vote por él, y que si yo puedo votaré por PIO LOPEZ OBRADOR.

¿Y por qué por él?

• Porque es un mexicano radicado en Chiapas desde su niñez, acá acompaño a sus padres hasta que fallecieron, viviendo en un modesto departamento de la colonia Moctezuma.

• Porque ha sido funcionario de responsabilidad y cargo importante en el sistema educativo, donde se maniobra con recursos económicos de difícil control, demostrando honestidad.

• Porque una vida de lucha se muestra con la constancia, insistencia, terquedad o necedad en la búsqueda de soluciones a los problemas y necesidades planteadas y él lo ha demostrado.

• Porque además comparte la genética con uno de los más tercos y consecuentes luchadores por la democracia y libertad de México de los últimos 50 años, hasta hoy incorruptible e indomeñable: Don Andrés Manuel López Obrador. Que estamos seguros le aportará experiencia y será eso garantía de probidad.

• Porque necesitamos voces en el Congreso de la Unión que defiendan al pueblo, a pesar de las mayorías de Diputados “Calienta curules y levantadedos” y dejen constancia histórica de la quizá ¿Última llamada?

Los pequeños burgueses a veces somos muy urgidos y no dejamos que madure la fruta y casi siempre nos la queremos comer “verde” y a veces “tierna”.

Pero como siempre solo son SUGERENCIAS A QUIEN CORRESPONDA.