El voto es un derecho y una obligación; por ende una responsabilidad.
Votar sin reflexionar, por pura obligación, por presión, por necesidad, por agradecimiento, porque no hay más, porque es el menos malo, porque a lo mejor cumple… muestra una inmadurez del elector.
Nuestra Democracia real tardó muchas décadas en llegar y desgraciadamente pocos años en volver al punto de inicio. Durante muchas elecciones y procesos nos quejamos del partido “único”, siempre ganaba el PRI. La alquimia, la astucia, la habilidad y el control de las masas le dieron por muchos años el triunfo “real” aritmético. Aunque hubieron muchísimas veces en que se les pasó la mano en el cálculo y lograron el triunfo con el voto del 110 o 120% del padrón electoral (¿?).
La concientización del pueblo mexicano se inicia con la aparición de grupos de oposición real, social, electoral e inclusive violenta, que reivindicaban cada uno su forma de buscar el cambio a través de la lucha por derechos y necesidades sociales y políticas.
De esta forma nacen un sin número de organizaciones campesinas, obreras, estudiantiles, ciudadanas y una decena de partidos políticos. Organizaciones que en la búsqueda del cambio olvidan sus diferencias, hacen a un lado sus intereses y se unen formando un verdadero frente ciudadano que va dando forma a la oposición real, sustituyendo a la aparente que constituían las tradicionales organizaciones sociales y partidos políticos oficialistas, que simulaban elecciones verdaderas.
1968 fue el parte aguas, que continúa en el 88, y culmina en el amanecer del 1994.
En el 68 son la juventud estudiosa y el pueblo, los que dan la señal de alerta de que México no era la democracia que se mostraba al mundo, que estaba muy lejos de dar a sus ciudadanos una verdadera Justicia Social y mucho más lejos de asegurar el sufragio efectivo.
La llamada de alerta es sofocada con una represión criminal y una guerra sucia a los grupos que optaron por otras vías: colocar propaganda para reuniones promotoras de partidos era delito municipal, estatal e inclusive federal; protestar con gritos, plantones, bloqueos igualmente era cárcel segura, y por supuesto la rebelión -o intento- era cárcel, desaparición forzada o muerte en reales o supuestos enfrentamientos, con las policías o el ejército.
El 88 y el 94, mostraron al máximo la perversión del sistema.
El levantamiento indígena Zapatista culminó la fase preparatoria.
El 2000 y el 2006 abrieron nuevamente esperanzas.
Cuatro veces, cuatro intentos, y nada…"vuelta la burra al trigo", solo que ya acompañada. Primero era el PRI , después PRI/PAN y luego PRI/PAN/PANAL y ¿qué decir del PRD?
Los vicios de los partidos para seleccionar a sus candidatos, para gobernar y representar al pueblo, para actuar en los comicios propios o públicos, son iguales. La guerra sucia entre candidatos es vergonzosa. La ciudadanía no tiene en quien confiar.
Las elecciones recientes se ganaron con dinero y en las actuales no será diferente, no serán las propuestas las que den el triunfo, a pesar de los cambios en los códigos electorales.
Los debates o al menos la exposición pública suficiente de las ofertas partidistas o de candidatos, ha sido mínima o nula. Y eso que en Chiapas, hay dos cadenas radiofónicas, una pública federal (IMER) y otra radiofónica y de televisión estatal orgullosamente Chiapaneca, y en ninguna se promovió el debate.
¿Cómo quiere el IFE que nos enteremos de las propuestas, que pensemos, que investiguemos, que votemos concientemente pues?
Estamos a escasos días de las elecciones y aun hay confusión en la capital sobre los distritos electorales IX y VI y por supuesto de quienes son los candidatos… y sus propuestas reales.
Por lo que SUGERIMOS a QRR:
- Que quien tenga candidato de confianza vote por él
- Que quien no tenga candidato decida en conciencia: por candidato no registrado con anotación en circulo blanco o si así lo decide anule toda su boleta.
Si puedo votaré por PIO LOPEZ OBRADOR.
Pero como siempre solo son SUGERENCIAS A QUIEN CORRESPONDA.
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