martes, 12 de mayo de 2009

Ni los veo, ni los oigo.

Frase que expresara Salinas de Gortari con respecto a la opinión de la oposición a sus actos de gobierno. Cosa muy grave para el desarrollo de la democracia republicana, pues olvidaba que sin minorías no existen las mayorías y que aquellas tienen la obligación de jugar su papel de crítica y oposición, que aunque no sea siempre fundamentada y de buena fe, merece ser escuchada y de ser racional y lógica debería ser tomada en cuenta.

Con espíritu abierto hemos recibido la andanada de información cautelosa, parcial y a veces sesgada de parte de las autoridades estatales y federales respecto de la Influenza. Y haciendo oídos sordos a posiciones francamente lamentables respecto a una teoría del bioterrorismo, del complot internacionalista , hemos -en nuestra calidad de trabajador de la salud- tratado de aportar nuestro granito de arena: difundiendo el riesgo, la situación, las medidas de manejo y criticado los silencios u omisiones de información que desinforma y crea sospecha ciudadana, sobre la gravedad de la epidemia.

Hoy una vez más creo, con justificada razón, necesario mencionar algunas situaciones que no deben pasarse por alto:


  • Que el ejecutivo, a muto propio o por el bajo perfil mostrado por sus secretarios, ha tenido que salir a cuadro a explicar razones, acciones y nimiedades para la contingencia, que además, constituyen una violación al código electoral federal, al mostrarse como el gran hacedor de obra, y que aunque diga no tener partido, encumbra publicitariamente a los que lo cobijaran para su elección. En una réplica aldeana de lo hecho a nivel federal.

  • Que el manejo del diagnóstico, la información publica, el tratamiento profiláctico medicamentoso e inmunológico ha sido tortuoso y bizarro, pues mientra se decía que no existían casos, la información nacional consignaba 6 y 10 casos en los días 3 y 4 del presente mayo.
  • Que mientras se dice que la vacuna de influenza estacionaria no sirve, se sigue vacunando a empleados del sector salud oficial, y se ignora el porque los menores de 3 años y mayores de 65 no se enferman y sin mencionar que estos corresponden al grupo de vacunados y el porque no se vacuna a la población que ha mostrado mayor susceptibilidad, como son las edades de entre 20 a 40años.

  • Que la profilaxis medicamentosa con los antivirales, está siendo dada, a los trabajadores de salud en “aparente riesgo de exposición" sin tomar en cuenta la posible duración de la epidemia, que puede ser de un período patogénico por más un año, sin pensar en el riesgo de provocar resistencia con esos manejos en forma no muy ortodoxa.

  • Que con el fin de ayudar a la población a detectar la enfermedad se esta obsequiando termómetros de mercurio para cuantificar la temperatura, ignorando que a partir del 2 de mayo del presente año, fueron prohibidos en su fabricación y venta en toda Europa, por el riesgo que para la salud personal y colectiva implica dicho metal , recomendación hecha desde 2007 por el parlamento europeo: situación que al parecer las autoridades de salud en México ignoran o no informaron al ejecutivo, pero que si por curiosidad hubieran leído una de la últimas entregas de SUGERENCIAS A QRR se habrían enterado al menos para esos días.

Por lo anterior me atrevo a concretar que las SUGERENCIAS a QRR de la presente están implícitas en el texto.

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